Jorge Mario Jáuregui, de origen argentino - nacido y graduado en la ciudad de Rosario -, desde su juventud estuvo siempre próximo a los problemas sociales que caracterizan la ciudad contemporánea. De allí su dedicación a una arquitectura de contenido popular, en busca de soluciones para los estratos más necesitados de la población. Radicado desde hace 22 años en Río de Janeiro, tanto en el programa ''Río-Cidade'', como en el ''Favela-Barrio'', encontró la oportunidad para llevar a cabo sus ideales sociales y urbanísticos.
Al presentarse en los sucesivos concursos de proyectos de favelas, le fue otorgada la realización de más de quince obras concretas.
El aporte más significativo de la obra de Jáuregui, es la coherencia y unidad, tanto de pensamiento como formal, mantenida a lo largo de un elaborado proceso proyectual. El éxito de sus realizaciones radica en la estrecha vinculación entre la teoría y la práctica; entre el estudio de la particularidad de los usos y costumbres de la comunidad; los condicionantes específicos del asentamiento en el contexto urbano y las soluciones urbanísticas y arquitectónicas alcanzadas. Luego de más de medio siglo de concepciones formales y espaciales impositivas, especialmente en relación con las comunidades carentes, provenientes de la "alta'' cultura profesional; se trata ahora de descubrir, asimilar y digerir las múltiples lógicas de la cultura popular, configuradoras de los ambientes de vida de la comunidad.
Las favelas de Río de Janeiro surgen a partir de la ocupación marginal de los cerros, como una respuesta espontánea a la necesidad de asentamiento, reforzada por la inexistencia de una política de estado para proveer de vivienda a los más pobres de la ciudad. El desarrollo económico brasilero hace que las favelas se extiendan durante todo el siglo XX; hoy viven en ellas cerca de un millón de habitantes de Río, que se encontraban en condiciones precarias e inaceptables hasta la aparición del programa Favela Barrio.
Ante esta situación, el gobierno se interesa en las áreas deterioradas y promueve la renovación de estos espacios marginados con el propósito de integrarlos a la trama urbana. Luego de varios intentos fracasados desde la década del 40, es en 1993 cuando el programa Favela Barrio se constituye para, aparte de construir vivienda que supla el déficit habitacional, re-estructurar la composición urbana y lograr integrar dentro de la dinámica de la ciudad “formal” a los estratos de población degradados y excluidos. Su principal objetivo es la implantación de mejoras urbanísticas, incluyendo las obras de infraestructura urbana, la accesibilidad y la creación de equipamientos, con la finalidad de obtener resultados sociales a través de la integración y transformación de la favela en barrio. La idea es generar cambios profundos en las comunidades, transformando la calidad de vida y ambiental de estos sectores, esperando como consecuencia un reflejo positivo en la ciudad como un todo integrado.
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